La historia de Sebastián Pérez en Boca es un claro ejemplo de cómo las expectativas pueden chocar con la dura realidad del fútbol. Desde su llegada al club, los hinchas soñaban con ver al mediocampista brillar, pero las lesiones y un rendimiento irregular lo llevaron a una salida sin pena ni gloria.
En este artículo, exploraremos su trayectoria, los desafíos que enfrentó y cómo su paso por Boca marcó el inicio de un camino complicado en Europa.
Expectativas y llegada a Boca
La llegada de Sebastián Pérez a Boca Juniors en 2016 fue un momento de gran expectativa para los hinchas. Después de haber sido una de las figuras en la Copa Libertadores con Atlético Nacional, muchos creían que su talento y habilidades podrían ser claves para el mediocampo del Xeneize. El club, en ese entonces, buscaba reforzar su plantilla y Pérez parecía ser la solución ideal.
Sin embargo, la realidad fue muy distinta. A pesar de que el club había invertido 2.5 millones de dólares en su fichaje, el mediocampista no logró adaptarse al ritmo del fútbol argentino. Desde el principio, se notaron las dificultades: las lesiones comenzaron a asediarlo, afectando su rendimiento y limitando su tiempo en el campo.
Los hinchas, que habían puesto sus esperanzas en él, pronto se dieron cuenta de que el jugador que habían visto brillar en Colombia no era el mismo que vestía la camiseta azul y oro. A medida que pasaban los meses, las críticas comenzaron a surgir, y la presión sobre Pérez aumentó. Su paso por Boca se convirtió en una lucha constante por recuperar su mejor versión, pero las lesiones y la falta de continuidad jugaron en su contra.
El sueño de ser un ídolo en Boca se desvanecía rápidamente, y lo que había comenzado como una promesa se transformó en una historia de frustración y decepción. A pesar de haber sido parte de un plantel que ganó dos títulos locales, su impacto en el equipo fue mínimo, y su legado en el club quedó marcado por la falta de títulos y oportunidades perdidas.
Trayectoria post-Boca y falta de títulos
Después de su salida de Boca, Sebastián Pérez buscó nuevas oportunidades en Europa, con la esperanza de revitalizar su carrera. Sin embargo, el destino le tenía preparado un camino lleno de obstáculos.
Tras dejar el club argentino, se unió a varios equipos en el Viejo Continente, pero la suerte no estaba de su lado.
Su primer destino fue el Boavista en Portugal, donde firmó en 2020. A pesar de haber jugado más de 140 partidos con el equipo, la realidad es que Pérez no logró conquistar ningún título en estos años. La falta de éxito en el ámbito local e internacional se convirtió en una constante en su trayectoria, lo que resultó sorprendente considerando su brillante inicio en Atlético Nacional.
En Boavista, Pérez se encontró luchando por la permanencia en la categoría, una situación que contrastaba drásticamente con los logros que había alcanzado en su carrera anterior. Mientras sus compañeros de equipo celebraban victorias y títulos en otros clubes, él se mantenía en la sombra, añorando los días en que había sido considerado una estrella.
La falta de títulos en su carrera post-Boca se convirtió en un tema recurrente en los medios y entre los aficionados. A pesar de su talento y potencial, las lesiones y la falta de continuidad habían hecho que su carrera tomara un rumbo inesperado.
Hoy en día, Sebastián Pérez es recordado no solo por su paso por Boca, sino también por la ironía de haber estado tan cerca del éxito y, sin embargo, no haber podido alcanzarlo.