La Copa Libertadores está en la mira de cambios significativos. La CONMEBOL evalúa un nuevo formato de competencia, inspirado en las recientes modificaciones de la UEFA en la Champions League.
Este artículo explora cómo la Libertadores podría transformarse y qué implicaciones tendría para los clubes sudamericanos.
Cambios en el formato de la Copa Libertadores
La Copa Libertadores ha sido un pilar del fútbol sudamericano desde su creación, pero la CONMEBOL está considerando un cambio radical en su estructura. Inspirándose en el nuevo formato de la Champions League, la idea es implementar un sistema que permita una mayor competitividad y emoción en el torneo.
Actualmente, la Libertadores cuenta con un formato de 32 equipos que se dividen en 8 grupos. Cada grupo juega un formato de todos contra todos, donde los dos mejores de cada grupo avanzan a las etapas eliminatorias. Sin embargo, este sistema ha sido criticado por favorecer a los clubes más grandes, que suelen dominar la competición.
La propuesta de la CONMEBOL sugiere un modelo donde 36 equipos participen en una única tabla, similar al que se implementó en Europa. Cada equipo jugaría un número determinado de partidos, tanto en casa como de visitante, lo que aumentaría la cantidad de encuentros y daría a los clubes más oportunidades de demostrar su valía.
Además, los mejores ocho equipos de esta tabla accederían directamente a los octavos de final, mientras que los equipos que terminen del noveno al vigésimo cuarto lugar jugarían una fase de playoffs para determinar quiénes avanzan. Este cambio no solo buscaría aumentar la competitividad, sino también atraer más atención mediática y, por ende, más ingresos a los clubes sudamericanos.
Este nuevo formato podría entrar en vigencia a partir de la edición 2027, lo que significa que la edición 2026 sería la última bajo el sistema actual. La expectativa es alta entre los aficionados y los clubes, que ven en esta modificación una oportunidad para revitalizar el torneo y hacerlo más emocionante.
Objetivos de la modificación del formato
La modificación del formato de la Copa Libertadores tiene varios objetivos claros que buscan mejorar la experiencia tanto para los clubes como para los aficionados.
Uno de los principales propósitos es aumentar la competitividad del torneo. Actualmente, muchos equipos poderosos dominan la competición, lo que puede hacer que los partidos sean predecibles y menos emocionantes. Con el nuevo formato, se espera que más equipos tengan la oportunidad de competir en igualdad de condiciones.
Además, la CONMEBOL busca atraer más atención mediática y, por ende, más patrocinadores. Un formato más dinámico y emocionante puede generar un mayor interés entre los aficionados, lo que se traduce en un aumento de la audiencia y, por lo tanto, mayores ingresos para los clubes y la propia confederación. Esto es crucial en un contexto donde el fútbol sudamericano necesita mantenerse competitivo frente a las ligas europeas.
Otro objetivo es fomentar el desarrollo de clubes más pequeños. Al permitir que más equipos participen en la fase de grupos y tengan la oportunidad de avanzar, se puede dar visibilidad a clubes que normalmente no tendrían la oportunidad de competir en instancias finales. Esto podría llevar a un crecimiento general del fútbol en la región, ya que más equipos se verían incentivados a mejorar sus estructuras y plantillas.
Finalmente, la modificación también busca hacer que la Copa Libertadores sea más atractiva para los aficionados. Con un formato que permita más partidos y una mayor variedad de encuentros, los hinchas tendrán más razones para seguir el torneo de cerca. La idea es que cada partido cuente y que cada equipo tenga la oportunidad de pelear por un lugar en la fase eliminatoria, lo que podría llevar a un aumento en la pasión y el compromiso de los seguidores.