El Club Atlético Boca Juniors, uno de los equipos más emblemáticos de la Liga Profesional de Fútbol, cuenta con una estructura salarial que refleja tanto la jerarquía de sus jugadores como el equilibrio entre experiencia y proyección juvenil. Con un plantel de 80 futbolistas, Boca destina una impresionante masa salarial anual de €18,558,956, lo que equivale a €356,903 semanales, consolidándose como uno de los clubes con mayores inversiones en el fútbol argentino.
Edinson Cavani: el líder indiscutido
A sus 37 años, Edinson Cavani, ícono uruguayo y referente de la ofensiva xeneize, encabeza la lista de los mejor remunerados. El delantero percibe €49,880 semanales, lo que se traduce en un contrato anual de €2,593,760, siendo el futbolista con mayores ingresos del club. Su experiencia y calidad en el ataque no solo lo convierten en una figura clave dentro de la cancha, sino también en el jugador más costoso del equipo.
La élite salarial de Boca
Además de Cavani, otros jugadores de trayectoria destacan en la cima de los salarios. Marcos Rojo, defensor central y pieza clave de la zaga xeneize, gana €42,920 semanales, lo que representa €2,231,840 anuales. Por su parte, el arquero Sergio Romero, con una larga carrera que incluye pasos por Europa y la selección argentina, percibe €25,520 semanales, equivalentes a €1,327,040 anuales.
Entre los extranjeros, el colombiano Frank Fabra y el peruano Luis Advíncula también figuran entre los jugadores mejor pagos. Fabra recibe €20,880 semanales (€1,085,760 anuales), mientras que Advíncula, polifuncional en defensa y ataque, percibe €17,400 semanales (€904,800 anuales). Ambos han demostrado ser fundamentales en las transiciones rápidas y la solidez defensiva del equipo.
Jóvenes promesas y contratos equilibrados
El plantel de Boca no solo se caracteriza por la presencia de jugadores de renombre, sino también por el desarrollo de talentos emergentes. Uno de los ejemplos más destacados es el mediocampista Ignacio Miramón, de apenas 21 años, quien recibe un salario semanal de €12,760, equivalente a €663,520 anuales. Otro joven con proyección es Brian Aguirre, de 21 años, quien percibe €6,380 semanales (€331,760 anuales).
Estos salarios, aunque modestos en comparación con los de las estrellas del equipo, reflejan la confianza del club en los futbolistas jóvenes que prometen ser el futuro de Boca Juniors.
Los extremos de la escala salarial
En contraste con los jugadores mejor pagos, algunos futbolistas en etapas iniciales de sus carreras tienen contratos mucho más bajos. Jabes Saralegui, mediocampista de 21 años, percibe solo €851 semanales (€44,275 anuales), mientras que Lautaro Di Lollo, defensor central de 20 años, gana €828 semanales (€43,068 anuales). Estos casos muestran cómo Boca integra a talentos en desarrollo en su estructura salarial, ofreciendo oportunidades de crecimiento y proyección.
Un balance entre experiencia y juventud
El manejo de los salarios en Boca Juniors refleja una estrategia clara: combinar la jerarquía de jugadores consagrados con el potencial de las nuevas generaciones. Este equilibrio no solo asegura competitividad en el presente, sino también una base sólida para el futuro.
La presencia de figuras como Cavani y Rojo, junto con el desarrollo de promesas como Miramón y Aguirre, permite que el club se mantenga como uno de los principales referentes del fútbol sudamericano. Además, la diversidad en los contratos asegura una distribución sostenible de los recursos, adaptándose a las diferentes necesidades y etapas de los jugadores.
Boca, un gigante económico y deportivo
Con esta estructura salarial, Boca Juniors reafirma su posición como uno de los clubes más influyentes de Argentina y Sudamérica. Su capacidad para atraer a figuras internacionales, retener talentos nacionales y promover jóvenes promesas lo coloca en un lugar privilegiado tanto en el ámbito local como en el internacional.
El desafío para el club será seguir gestionando de manera eficiente sus recursos mientras busca nuevos éxitos deportivos, consolidándose como una institución ejemplar en el fútbol mundial. En Boca, el compromiso con la grandeza se refleja no solo en el campo, sino también en la planificación económica.